EL TRATAMIENTO ONCOLÓGICO EN CIRUGÍA DIVESTIVA

Términos de quimioterapia

La quimioterapia abarca una amplia variedad de tratamientos de terapia. Los términos como "adyuvante", "neo-adyuvante", "consolidación" y "paliativo" a menudo agregan confusión a la quimioterapia si no se definen y explican de manera adecuada. El objetivo de esta página es aumentar el nivel de comprensión acerca de diversos protocolos de quimioterapia que se utilizan en la actualidad.

  • Quimioterapia adyuvante: Quimioterapia administrada para destruir las células (microscópicas) que pueden haber quedado en el cuerpo una vez extirpado por vía quirúrgica el tumor conocido. La quimioterapia adyuvante sirve para prevenir una posible reaparición del cáncer.
  • Quimioterapia neo-adyuvante: Quimioterapia administrada antes del procedimiento quirúrgico. La quimioterapia neo-adyuvante puede administrase para intentar reducir el tamaño del cáncer, de manera que el procedimiento quirúrgico no tenga que ser tan extenso.
  • Quimioterapia de inducción: Quimioterapia administrada para inducir una remisión. Este término se usa con frecuencia en los tratamientos de leucemias agudas.
  • Quimioterapia de consolidación: Quimioterapia administrada una vez que se logra la remisión. El objetivo de esta terapia es mantener la remisión. La quimioterapia de consolidación también puede llamarse terapia de intensificación. Este término se usa con frecuencia en los tratamientos de leucemias agudas.
  • Quimioterapia de mantenimiento: Quimioterapia administrada en dosis menores para ayudar a prolongar una remisión. La quimioterapia de mantenimiento se usa únicamente para determinados tipos de cáncer, comúnmente leucemias linfocíticas agudas y leucemias promielocíticas agudas.
  • Quimioterapia de primera elección: Quimioterapia que, gracias a estudios de investigación y ensayos clínicos, se ha determinado como la de mejores probabilidades para tratar un cáncer dado. También se puede denominar terapia estándar.
  • Quimioterapia de segunda elección: Quimioterapia que se administra cuando una enfermedad no responde o reaparece después de la quimioterapia de primera elección. Los estudios de investigación y ensayos clínicos han determinado que la quimioterapia de segunda elección es eficaz para tratar un cáncer que no responde o reaparece después de la quimioterapia estándar. En algunos casos, se puede denominar terapia de rescate.
  • Quimioterapia paliativa: Es un tipo de quimioterapia que se administra específicamente para controlar los síntomas sin esperar que reduzca el cáncer de manera significativa.

Protocolos de quimioterapia: ¿Cómo funciona la quimioterapia?

Normalmente, las células viven, crecen y mueren de manera predecible. El cáncer se produce cuando determinadas células del cuerpo continúan dividiéndose y formando más células sin la capacidad de detener este proceso. Los protocolos de quimioterapia conllevan a la destrucción de las células cancerosas al evitar que las células continúen multiplicándose. Desafortunadamente, durante el proceso de tratamiento con protocolos de quimioterapia, también pueden resultar afectadas células sanas, especialmente aquellas que por su naturaleza deben dividirse en forma rápida.

Los protocolos de quimioterapia pretenden maximizar la eliminación de las células cancerosas y, al mismo tiempo, minimizar los efectos negativos que tienen estos protocolos sobre las células sanas. Se ha alcanzado un gran progreso en el desarrollo de protocolos exitosos de quimioterapia, incluyendo la identificación de muchos tipos diferentes de cáncer y el correspondiente desarrollo de soluciones con protocolos de quimioterapia eficaces. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer.

¿Cómo se administra la quimioterapia?

Los fármacos de quimioterapia pueden administrarse de diferentes maneras. El método de administración de los tratamientos de quimioterapia y la dosis se determinan mediante pruebas rigurosas, llamadas ensayos clínicos, que se realizan antes de que el fármaco de quimioterapia específico esté disponible para su uso comercial en pacientes.

Durante este proceso de prueba, los científicos y médicos determinan cómo se absorben los fármacos de quimioterapia específicos en el cuerpo y cómo estos actúan. A veces, los jugos gástricos pueden destruir diferentes químicos, lo que hace que sea imposible administrar algunos medicamentos en forma de comprimido. Se ha determinado que otras sustancias son más eficaces contra el cáncer si se administran por vía intravenosa (a través de una aguja insertada en una vena). Algunos medicamentos pueden administrarse con una inyección intramuscular y otros pueden ser absorbidos cuando se administran directamente en la vejiga o la cavidad abdominal.

Medicamentos de quimioterapia por vía oral (tomados por la boca)

Los medicamentos de quimioterapia por vía oral, aquellos que se pueden ingerir, vienen en diferentes formas orales (pastillas, comprimidos, cápsulas, líquido), las cuales pueden ser absorbidas por el estómago o debajo de la lengua.

  • Los medicamentos de quimioterapia oral que se tragan están recubiertos por una capa protectora que se rompe con los jugos digestivos en el estómago. Los ácidos gástricos disuelven la capa protectora y liberan el medicamento, que luego es absorbido por las paredes del estómago.
  • Algunos medicamentos de terapia pueden estar envueltos en diferentes capas protectoras que se liberan en momentos diferentes en el sistema, lo que hace que la liberación del medicamento se demore en el tiempo, por lo que se denominan de liberación prolongada. Este método hace posible que los períodos de tiempo entre dosis sean más largos.
  • Los medicamentos de quimioterapia sublinguales son absorbidos debajo de la lengua y por eso se denominan sublinguales. Estos medicamentos se colocan debajo de la lengua, donde se disuelven y se absorben rápidamente por la circulación del cuerpo. Ésta es una forma rápida de introducir un medicamento en el organismo. Los medicamentos contra las náuseas (antieméticos) son particularmente eficaces cuando se administran de esta manera, dado que no se perderán si el paciente vomita.
  • ¿Por qué no todos los medicamentos pueden ser orales? Algunos medicamentos no se pueden administrar oralmente debido a que los ácidos gástricos los destruyen. Hay medicamentos que no pueden ser absorbidos por el organismo del paciente a través de las paredes del estómago o el intestino. Si el fármaco no puede absorberse, éste pasa directamente a las heces o la orina y es ineficaz. Otros medicamentos pueden ser demasiado fuertes y podrían dañar las paredes del estómago.
  • Algunos fármacos de quimioterapia pueden administrarse por múltiples métodos, como por ejemplo en forma oral o intravenosa, dependiendo de su fuerza, conveniencia y el régimen recetado.

Inyección subcutánea de tratamientos de quimioterapia

Inyecciones intramusculares de quimioterapia

  • Las inyecciones subcutáneas implican la utilización de una aguja corta como las que usan los diabéticos para inyectarse insulina.
  • En el tratamiento de quimioterapia con inyección subcutánea, la aguja se inserta en el espacio entre la piel y el músculo pero no tanto como para penetrar el tejido muscular.
  • Las inyecciones subcutáneas de quimioterapia se utilizan comúnmente para algunos tipos de modificadores de la respuesta biológica y fármacos de apoyo de la quimioterapia.
  • Si el recuento de plaquetas del paciente es bajo, es menos probable que se provoque una hemorragia con inyecciones subcutáneas que con inyecciones intramusculares.
  • Las inyecciones intramusculares se introducen en el tejido muscular a través de la piel. Esto implica la utilización de una aguja más larga con mayor penetración que la inyección subcutánea. El medicamento se deposita en el tejido muscular.
  • La absorción del medicamento es más rápida que cuando se toma de forma oral, pero más lenta que cuando se administra por vía sublingual o intravenosa o mediante inyección subcutánea.
  • La inyección intramuscular es un método popular para los medicamentos antieméticos debido a que de esta manera el medicamento no pasa por el estómago ya irritado.
  • La mayoría de los fármacos de quimioterapia no se pueden administrar de forma intramuscular, ya que son químicos muy fuertes.
  • Cuando es posible, se evita administrar inyecciones intramusculares a pacientes con plaquetas bajas, ya que una hemorragia en el músculo puede constituir una complicación.

Tratamientos de quimioterapia intravenosa

La administración intravenosa de medicamentos de quimioterapia permite su rápido ingreso en la circulación, donde el torrente sanguíneo se encarga de transportarla por todo el cuerpo. Éste es el método más común de administración de quimioterapia, dado que la mayoría de los fármacos de quimioterapia son fácilmente absorbidos a través del torrente sanguíneo. De todos los métodos actualmente disponibles, la administración intravenosa ofrece el menor tiempo de absorción y es el más versátil. Los métodos intravenosos también ofrecen una mayor flexibilidad en la dosificación del fármaco. Las dosis se pueden administrar en forma de bolo intravenoso, que puede durar desde unos pocos minutos hasta unas horas. Se pueden administrar infusiones continuas durante unos pocos días o hasta semanas por vez. Las bombas portátiles permiten administrar el medicamento a una velocidad lenta continua para que sea absorbido de forma intravenosa sin interrupciones. Los medicamentos intravenosos se introducen directamente en el torrente sanguíneo por medio de diversos métodos.

  • Se puede colocar un angio-catéter en una vena del brazo o de la mano y luego quitarlo una vez administrado el medicamento de quimioterapia. Éste es un dispositivo temporal de acceso venoso que inserta la enfermera antes del tratamiento y que luego retira una vez que éste ha finalizado. El tiempo de uso de los angio-catéteres generalmente varía de unos minutos a unos pocos días.
  • Vía PICC. A pesar de que también se considera temporal, se puede insertar y utilizar una vía PICC por un período que va desde seis semanas hasta unos pocos meses antes de descontinuar su uso. La inserción de una vía PICC implica la colocación de un catéter plástico largo en una de las venas más grandes del brazo. Este procedimiento es ambulatorio y no quirúrgico. Una placa especial de rayos X, llamada fluoroscopia, confirmará que el catéter PICC se encuentra en el lugar adecuado. Esta opción es ideal para múltiples infusiones cortas o para infusiones continuas en un hospital o en el domicilio utilizando una bomba portátil.
  • Catéteres no tunelizados. Los catéteres no tunelizados se insertan directamente a través de la piel en la vena yugular o subclavia y se dirigen por el vaso a la vena cava superior hasta el atrio derecho del corazón. Se pueden insertar en un ámbito no quirúrgico, al lado de la cama. Se debe realizar una placa especial de rayos X, llamada fluoroscopia, para asegurarse de que el catéter se encuentra en el lugar adecuado. Este tipo de catéteres se usan comúnmente a corto plazo o en situaciones de emergencia, ya que su uso a largo plazo está asociada a la posibilidad de contraer una infección por donde pasa el catéter. La mayoría hace referencia a este tipo de catéteres como "yugulares" o "subclavios" debido a la vena en la que se insertan. Estos catéteres requieren cambios de los vendajes y un cuidadoso mantenimiento.
  • Catéteres tunelizados. Los catéteres tunelizados se colocan a través de la piel en medio del pecho. Se tunelizan a través del tejido subcutáneo (la capa de tejido entre la piel y el músculo) y se insertan en la vena cava superior en el atrio derecho del corazón. Hay un manguito de dacrón a aproximadamente dos pulgadas del punto de salida del catéter en la piel del pecho. Se forma tejido cicatricial alrededor del manguito para mantener el catéter en su lugar. Estos catéteres se insertan como parte de un procedimiento quirúrgico ambulatorio y se debe realizar una placa especial de rayos X, llamada fluoroscopia, para asegurarse de que el catéter se encuentra en el lugar adecuado. Se pueden dejar en el lugar durante meses o años con una baja incidencia de infección. Se requiere cambio del vendaje y mantenimiento. Estos catéteres pueden tener múltiples lúmenes (entradas) para infundir medicamentos o extraer sangre. Un lumen sencillo tiene una sola entrada para medicamentos, un lumen doble tiene dos entradas y un lumen triple (el más disponible) tiene tres entradas. Los catéteres tunelizados se utilizan con mayor frecuencia para los regímenes de quimioterapia múltiples, tales como los procedimientos de trasplante de médula ósea. Los catéteres tunelizados generalmente son llamados por sus nombres comerciales: Broviac, Groshong y Hickman. El catéter Hickman, al igual que el Broviac, tiene una vía abierta a ambos lados dentro de la vena. En cambio, el catéter Groshong posee aberturas pequeñas, similares a las de una válvula, en el extremo de la vía.
  • Port-a-Cath. Una opción más permanente implica la colocación de un Port-a-Cath. El Port-a-Cath se coloca debajo de la piel del pecho. Luego, el catéter se inserta en la vena cava superior en el atrio derecho del corazón. Este catéter se puede implantar en radiología con la intervención de un radiólogo especializado o en una sala de operaciones con la intervención de un cirujano. Es un procedimiento de aproximadamente una hora. El tiempo de vida útil de un Port-a-Cath puede ser hasta de tres a cinco años. El Port-a-Cath puede sentirse debajo de la piel y la enfermera puede encontrar la entrada localizando los extremos del Port-a-Cath e insertando (canulando) una aguja especial (denominada aguja Huber) en la sección blanda en el medio. A través del Port-a-Cath pueden administrarse medicamentos y hacerse extracciones de sangre, lo que elimina la necesidad de realizar las extracciones de sangre en el brazo. La utilización de una bomba portátil y un Port-a-Cath permite administrar la medicación durante varios días en el domicilio del paciente, en lugar de tener que hospitalizarlo. No hace falta hacer cambios de vendajes, aunque sí requiere cierto mantenimiento.

Tratamientos de quimioterapia intraventricular o intratecal

La quimioterapia intratecal o intraventricular se emplea cuando es necesario que los fármacos lleguen al líquido cefalorraquídeo (LCR), el fluido que se encuentra en el cerebro y la médula espinal. La barrera hematoencefálica (sangre-cerebro) del cuerpo impide que los fármacos de quimioterapia de administración sistémica (a través de todo el cuerpo) lleguen al LCR. Existen dos maneras de administrar la quimioterapia al LCR:

  • Punción lumbar (intratecal). La quimioterapia se puede administrar por medio de una punción lumbar. En este caso, se inyecta una pequeña cantidad de quimioterapia durante la punción lumbar, directamente al LCR. Después de administrar el fármaco, se quita el catéter.
  • Reservorio Ommaya (intraventricular). El reservorio Ommaya es un pequeño dispositivo con forma de domo provisto con un catéter. Se coloca en el tejido subcutáneo (la capa de tejido entre la piel y el músculo) del cuero cabelludo. El catéter se inserta en el ventrículo lateral (externo) del cerebro. Una enfermera o enfermero, o un médico, con capacitación específica en este método de administración de quimioterapia, insertará una pequeña aguja a través de la piel del cuero cabelludo en el reservorio Ommaya para inyectar la quimioterapia.
  • Este procedimiento se utiliza con mayor frecuencia en casos de leucemias agudas pero también puede utilizarse en otras situaciones.

Tratamientos de quimioterapia intraperitoneal

Algunos medicamentos de quimioterapia pueden administrarse directamente en la cavidad abdominal. Se coloca un catéter a través de la pared abdominal de manera tal que drene a la cavidad abdominal. El catéter drena hacia la cavidad que rodea a los órganos, no hacia el estómago ni a ninguno de los demás órganos. Luego, se infunde la quimioterapia directamente hacia esta cavidad. Se recomienda al paciente cambiar de posición de un lado al otro, y sobre su espalda, para facilitar el movimiento del medicamento. En algunos casos, el medicamento se drena hacia afuera después de unas horas. En otros casos, se deja adentro, donde se absorbe gradualmente. Este método permite que los órganos se impregnen con el medicamento, que luego es lentamente absorbido hacia el sitio del tumor. Este tipo de quimioterapia se basa en que el tumor quedará expuesto a mayores concentraciones de medicación sin exponer el resto del cuerpo a la toxicidad. Este tipo de tratamiento es algo polémico, debido a que a pesar de que las concentraciones del medicamento en el tumor son mayores, no se ha demostrado una disminución del cáncer. Hay tres formas de administrar quimioterapia intraperitoneal:

  • Los catéteres temporales de un solo uso se insertan a través de la pared abdominal y se retiran después del tratamiento de quimioterapia.
  • Los catéteres de Tenckhoff son tubos de silicona suaves y flexibles con uno o dos manguitos de dacrón. Este catéter se coloca en un procedimiento quirúrgico en el que la punta del catéter se coloca cerca del tumor, los manguitos de dacrón se tunelizan y se colocan en el tejido subcutáneo (la capa de tejido entre la piel y el músculo). A continuación, se saca el extremo del catéter del abdomen por medio de una punción. El catéter de Tenckhoff puede seleccionarse para una quimioterapia cíclica. Hay algunas complicaciones asociadas a los catéteres de Tenckhoff, particularmente la peritonitis microbiana (infección del peritoneo) y la oclusión (bloqueo) del catéter de manera que no se puede infundir la quimioterapia.
  • Port-a-Cath. Una opción más permanente implica la colocación de un Port-a-Cath. El Port-a-Cath se coloca debajo de la piel en la pared abdominal. El catéter con múltiples agujeros en el extremo insertado es a continuación tunelizado a través del tejido subcutáneo (la capa de tejido entre la piel y el músculo). Este catéter se puede implantar en radiología con la intervención de un radiólogo especializado o en un quirófano con la intervención de un cirujano. Es un procedimiento de aproximadamente una hora. El tiempo de vida útil de un Port-a-Cath puede ser hasta de tres a cinco años. El Port-a-Cath puede sentirse debajo de la piel y la enfermera puede encontrar la entrada localizando los extremos del Port-a-Cath e insertando (canulando) una aguja especial (denominada aguja Huber) en la sección blanda en el medio. A través del Port-a-Cath pueden administrarse medicamentos y, aunque puede ser difícil, se pueden extraer muestras de líquido peritoneal o drenar líquido peritoneal.

Tratamientos quimioterapia intraarterial

Los fármacos intra-arteriales se administran en la arteria que suministra sangre al tumor. Para ubicar las arterias que suministran sangre al tumor se utiliza una angiografía, un sistema especial de rayos X que utiliza líquido de contraste para poder ver los vasos sanguíneos. Hay dos formas de administrar medicamentos de manera intra-arterial:

  • Catéter externo temporal. Un radiólogo puede insertar un catéter temporal en la arteria. Se retira el catéter una vez administrado el medicamento. Se debe vigilar de cerca el punto de inserción para evitar hemorragias.
  • Bomba implantada. Se puede implantar quirúrgicamente una bomba en el tejido subcutáneo (la capa entre la piel y el músculo) con el catéter insertado en la arteria. La bomba se puede retirar cuando finalice la terapia.
  • Este tipo de terapia se ha utilizado con más frecuencia en casos de cáncer de colon diseminado al hígado. Sin embargo, también se ha utilizado en cánceres en la cabeza y cuello, sarcoma en las extremidades, melanoma en las extremidades, cáncer gástrico, cáncer pancreático y otros.
  • Este tipo de tratamiento se basa en que el tumor tendrá una alta exposición al fármaco sin la toxicidad asociada a estas dosis administradas sistémicamente (a través de todo el cuerpo). A pesar de que las respuestas locales del tumor han sido mejores con esta terapia, hasta la fecha no se han registrado beneficios en términos de supervivencia.

Tratamientos de quimioterapia intravesicular

Los medicamentos intra-vesiculares se administran a través de un catéter urinario directamente a la vejiga.

  • Se coloca un catéter urinario. La medicación se inyecta en el catéter, que luego se bloquea. De esta forma se permite que el medicamento permanezca en la vejiga.
  • Se recomienda al paciente rodar sobre sus costados y permanecer recostado sobre la espalda para ayudar a que el medicamento llegue a todas las áreas de la vejiga.
  • Después de un tiempo predeterminado, se desbloquea el catéter y se drena el líquido. A continuación, se extrae el catéter.
  • Este método se emplea con frecuencia en personas con cáncer de vejiga superficialmente invasivo (cáncer en la superficie de la vejiga que no se puede extirpar).

Tratamientos de quimioterapia intrapleural

La quimioterapia se puede administrar en la cavidad pleural (el espacio entre el pulmón y su pared). La quimioterapia intra-pleural se utiliza para controlar las efusiones pleurales malignas. Una efusión pleural maligna es una acumulación de líquido canceroso en la cavidad pleural. El líquido puede provocar el colapso del pulmón y dificultar la respiración. Drenar el líquido servirá de ayuda, pero éste usualmente volverá a acumularse a menos que se administre quimioterapia intra-pleural. Este procedimiento también se conoce como esclerosis o pleurodesis.

  • Se inserta una sonda pleural o torácica en la cavidad pleural. Se drena el líquido (esto puede llevar varios días). Se introduce la quimioterapia en la sonda pleural o torácica.
  • La quimioterapia hace que el pulmón se adhiera a la pared pleural, lo que permite que éste se vuelva a distender y se mantenga expandido.
  • La quimioterapia intra-pleural se utiliza principalmente para aliviar síntomas.

Tratamientos de quimioterapia implantable

La lámina Gliadel® es una forma del medicamento de quimioterapia carmustina que se puede colocar y dejar en la cavidad después de la extirpación quirúrgica de un tumor cerebral, específicamente un glioblastoma multiforme. Esta formulación de la lámina de carmustina permite administrar el fármaco directamente en el lugar del tumor cerebral. Después de que un cirujano extirpa el tejido canceroso del cerebro, implanta hasta ocho láminas del tamaño de una moneda de diez centavos en el espacio que ocupaba el tumor. Durante las siguientes 2 ó 3 semanas, las láminas se disuelven lentamente, impregnando las células circundantes con el medicamento de quimioterapia. El objetivo de este método de tratamiento es destruir las células tumorales que quedan después de una cirugía.

Tratamientos de quimioterapia tópica

Algunas cremas de quimioterapia se aplican directamente sobre la piel para tratar determinados casos de cáncer de piel. La crema es absorbida por la piel directamente hacia la lesión cancerosa. El uso de preparaciones tópicas es muy limitado para el tratamiento del cáncer.

¿Cómo deciden los médicos qué fármacos de quimioterapia administrar?

Los tipos de fármacos de quimioterapia se seleccionan sobre la base de una serie de datos y factores:

  • Investigación: La quimioterapia se utilizó por primera vez en la década de 1940. Durante los siguientes 20 años, se consideró un tratamiento en investigación. En los últimos 30 años, la información sobre la quimioterapia evolucionó y se han desarrollado muchos fármacos más eficaces. Durante todo este tiempo, los médicos han documentado las respuestas y realizado ensayos clínicos comparando tratamientos estándar con tratamientos nuevos. Este proceso de recopilación de información sobre la quimioterapia ha ayudado a establecer protocolos específicos (tipos de fármacos, dosis de fármacos y programas de fármacos) en función del tipo de cáncer, el estadio de cáncer y las características particulares del cáncer de una persona. En la actualidad, la mayor parte de los tipos de cáncer tienen protocolos estándar que ayudan a guiar a los médicos en la selección de la quimioterapia adecuada para una persona con cáncer.
  • Tasas de respuesta: Al evaluar la información de la quimioterapia y elegir un protocolo para un paciente determinado, los médicos tendrán en cuenta la tasa de respuesta del tipo y el estadio particulares del cáncer para el fármaco o los fármacos propuestos. Las tasas de respuesta hacen referencia al número de personas cuyos tumores responderán (disminuirán de tamaño o desaparecerán) al fármaco o a los fármacos administrados. Las tasas de respuesta se establecen a través de la investigación. Por ejemplo, un determinado tipo y estadio de cáncer puede tener una tasa de respuesta de 70% a una determinada combinación de fármacos. Esto significa que 70% de las personas con este tipo y estadio de tumor tienen una respuesta (disminución de tamaño o desaparición del tumor) a esta combinación de fármacos. También significa que 30% de las personas con este tipo y estadio de cáncer no responderán al tratamiento o sólo tendrán una respuesta mínima. Las respuestas a la terapia pueden ser completas o parciales (éstas se definen en función del tipo de cáncer y del protocolo específico). Otra consideración para determinar qué fármacos administrar es la duración de la respuesta. En otras palabras, ¿cuánto duran estas respuestas? Mediante la investigación, se ha documentado el promedio de duración de la respuesta para cualquier fármaco dado. Los médicos eligen los protocolos con las tasas de respuesta más altas y las mayores duraciones de respuesta conocidas.
  • La salud del paciente: La quimioterapia tiene toxicidades. Se debe administrar con cuidado, incluso en individuos sanos. Las personas muy mayores y delicadas, o que tienen otras complicaciones médicas pueden no ser capaces de tolerar determinados protocolos de quimioterapia. En estos casos, se deben discutir los posibles riesgos en comparación con los beneficios antes de decidir el tratamiento. A veces, los médicos pueden sugerir un único fármaco en lugar de una "combinación estándar" de fármacos. En otras circunstancias, el médico y el paciente pueden decidir no continuar la quimioterapia y, en cambio, concentrarse en la calidad de vida.

No existe una única decisión correcta cuando se elige la quimioterapia. Cada protocolo de tratamiento tiene ventajas y desventajas, y puede haber más de una opción satisfactoria. Además, las elecciones de tratamiento pueden cambiar con el tiempo. Lo que en determinado momento puede ser una buena opción de tratamiento con quimioterapia, más adelante puede no ser la mejor opción.

Finalmente, a pesar de que los médicos utilizan lo último en investigación de quimioterapia y las mejores tasas de respuesta para seleccionar los mejores protocolos de tratamiento para sus pacientes, no hay ninguna garantía de que la persona tendrá la respuesta deseada. Es imposible predecir el resultado de la terapia para cualquier individuo. Sin embargo, las tasas de respuesta han mejorado drásticamente y continuamente se desarrollan nuevos fármacos, de manera que los resultados seguirán mejorando.

¿Por cuánto tiempo se administra la quimioterapia?

La duración del tratamiento de quimioterapia depende de una serie de diversos factores. Entre estos factores se encuentran el tipo de cáncer, la extensión del cáncer, el tipo de fármacos administrados, así como las toxicidades previstas de los fármacos y el tiempo necesario para recuperarse de esas toxicidades. Muchos programas de tratamiento con quimioterapia (incluyendo el tipo y la duración del tratamiento de quimioterapia) han sido determinados por medio de ensayos clínicos en los que se hicieron comparaciones y se estableció cuál era el más beneficioso y cuál era el que se toleraba mejor. En general, el tratamiento de quimioterapia se administra en ciclos. Esto permite atacar las células cancerosas cuando son más vulnerables y dar tiempo a las células normales del cuerpo para recuperarse del daño sufrido. En realidad, hay tres aspectos relacionados con el tiempo del ciclo: la duración del ciclo, la frecuencia del ciclo y el número de ciclos.

Duración del ciclo: El tratamiento de quimioterapia puede consistir en un solo fármaco o una combinación de ellos. Los fármacos pueden administrarse todos en un mismo día, en varios días consecutivos o de manera continua al paciente ambulatorio u hospitalizado. El tratamiento podría tardar minutos, horas o días, dependiendo del protocolo específico.

Frecuencia del ciclo: La quimioterapia puede repetirse en forma semanal, quincenal o mensual. Por lo general, un ciclo se define en intervalos de un mes. Por ejemplo, dos sesiones de quimioterapia quincenales pueden clasificarse como un ciclo.

Número de ciclos: En la mayoría de los casos, el número de ciclos, o la duración de la quimioterapia de principio a fin, ha sido determinado sobre la base de ensayos de investigación y ensayos clínicos.

  • Cuando el objetivo del tratamiento es recuperar la salud. La quimioterapia adyuvante (terapia después de que se ha extirpado quirúrgicamente todo el cáncer visible) puede durar de 4 a 6 meses. La quimioterapia adyuvante es común en el cáncer de mama y colon. En el cáncer de testículos, el linfoma de Hodgkin y no Hodgkin y las leucemias, el tratamiento de quimioterapia puede prolongarse hasta por un año.
  • Cuando la enfermedad es visible, la duración del tratamiento de quimioterapia dependerá de la respuesta de la enfermedad al tratamiento. Si la enfermedad desaparece por completo, la quimioterapia puede continuar 1 ó 2 ciclos después de esta observación, a fin de aumentar al máximo la posibilidad de haber atacado toda la enfermedad microscópica.
  • Si la enfermedad retrocede pero no desaparece, se continuará con quimioterapia mientras sea tolerada y la enfermedad no crezca.
  • Si la enfermedad avanza, la quimioterapia será interrumpida. Según la salud y los deseos del paciente, se administrarán fármacos diferentes para intentar destruir el cáncer o se interrumpirá por completo la quimioterapia y se cambiará el objetivo del tratamiento, para centrarse en la comodidad del paciente.

¿Cómo saber si la quimioterapia está funcionando?

Con excepción de la quimioterapia adyuvante, en la que no se advierte la presencia de cáncer, la eficacia de la quimioterapia sobre las células cancerosas se mide en términos de la "respuesta". Las técnicas para vigilar las respuestas pueden ser similares a las pruebas utilizadas para diagnosticar el cáncer.

  • Un bulto o tumor que afecte algunos nódulos linfáticos puede palparse y medirse de forma externa por medio de un examen físico.
  • Algunos tumores cancerosos internos pueden verse en una radiografía o una tomografía computarizada y pueden medirse con una regla.
  • Se pueden realizar análisis de sangre, incluyendo aquellos que miden la función orgánica.
  • En el caso de ciertos tipos de cáncer, se puede hacer una prueba de marcadores tumorales.

Independientemente de la prueba utilizada (ya sea análisis de sangre, recuento de células o prueba de marcadores tumorales), ésta se repite a intervalos específicos, de manera que sea posible comparar los resultados con los pruebas anteriores del mismo tipo.

¿Cómo se define la respuesta?

La respuesta al tratamiento de cáncer se define de varias maneras:

  • Respuesta completa: Desaparición completa del cáncer o del tumor; no hay evidencias de la enfermedad. Un marcador tumoral (si corresponde) puede descender dentro del rango normal.
  • Respuesta parcial: El tamaño del cáncer ha disminuido en un porcentaje pero la enfermedad sigue presente. Un marcador tumoral (si corresponde) puede haber descendido pero sigue evidenciando la enfermedad.
  • Enfermedad estable: El cáncer no ha aumentado ni disminuido de tamaño; el estado de la enfermedad no ha cambiado. Un marcador tumoral (si corresponde) no ha variado de manera significativa.
  • Progresión de la enfermedad: El cáncer ha crecido; la enfermedad ahora es mayor que antes del tratamiento. La prueba de marcadores tumorales (si corresponde) indica que un marcador tumoral ha aumentado.

¿Cuándo se mide la respuesta?

En una persona recién diagnosticada a la que se ha recetado quimioterapia para el cáncer, el número de tratamientos es fijo. Por ejemplo, un oncólogo recetará un número específico de ciclos de quimioterapia según el protocolo de tratamiento. Las respuestas pueden medirse durante la quimioterapia, pero el número de ciclos generalmente no cambia a menos que el cáncer crezca. Si el cáncer crece, probablemente la quimioterapia se interrumpa o se cambie de fármaco.

En una persona que padece una recurrencia o enfermedad avanzada, es posible que no se recete un número de ciclos específico. En cambio, se administran 2 ó 3 ciclos y después se evalúa la respuesta. Si la enfermedad es estable o se reduce, se puede administrar quimioterapia adicional siempre que se mantengan las respuestas, y a condición de que la toxicidad de la quimioterapia sea tolerable. En general, se requiere un mínimo de 2 ó 3 ciclos de quimioterapia para medir la respuesta. Un ciclo de quimioterapia puede no ser adecuado para evaluar su eficacia.

Células cancerosas y quimioterapia

Los tumores cancerosos se caracterizan por la división celular, que deja de ser controlada como en el tejido normal. Las células "normales" dejan de dividirse cuando entran en contacto con células similares, un mecanismo conocido como inhibición por contacto. Las células cancerosas pierden esta capacidad. En las imágenes de las células cancerosas puede verse que estas células pierden la capacidad para dejar de dividirse cuando entran en contacto con células similares.

En las células cancerosas se desequilibra el sistema de autorregulación que controla y limita la división celular. El proceso de división celular, ya sea en células normales o cancerosas, se realiza a través del ciclo celular. El ciclo celular va de la fase de reposo, pasando por las fases de crecimiento activo, hasta la mitosis (división).

La capacidad de la quimioterapia para destruir las células cancerosas depende de su capacidad para detener la división celular. Usualmente, los fármacos para el cáncer actúan dañando el ARN o ADN que indica a la célula cómo realizar una copia de sí misma en la división. Si las células cancerosas no pueden dividirse, mueren. Cuanto más rápido se dividan las células cancerosas, habrá más probabilidades de que la quimioterapia destruya las células y el tumor reduzca su tamaño. Además, estos fármacos inducen al suicidio celular (muerte celular programada o apoptosis).

Los fármacos de quimioterapia que destruyen las células cancerosas sólo durante la división se denominan específicos al ciclo celular. Los fármacos de quimioterapia que destruyen a las células cancerosas durante la fase de reposo se denominan no específicos al ciclo celular. La programación de la quimioterapia se realiza sobre la base del tipo de células, la velocidad con que se dividen y el momento en que un fármaco determinado probablemente sea eficaz. Es por esta razón que la quimioterapia normalmente se administra en ciclos.

La quimioterapia es muy efectiva para destruir las células que se dividen rápidamente. Desafortunadamente, la quimioterapia no reconoce la diferencia entre las células cancerosas y las células normales. Las células "normales" volverán a crecer y ser saludables pero, mientras tanto, se presentan efectos secundarios. Las células "normales" afectadas con mayor frecuencia por la quimioterapia son las células sanguíneas, las que se encuentran en la boca, el estómago y el intestino, así como los folículos pilosos; lo que provoca recuentos sanguíneos bajos, afecciones bucales, náuseas, diarrea y pérdida del cabello. Diferentes fármacos pueden afectar distintas partes del cuerpo.

La quimioterapia (fármacos anti-neoplásicos) se divide en cinco clases de acuerdo con la manera como actúan para destruir el cáncer. A pesar de que estos fármacos se dividen en grupos, algunos de los fármacos específicos tienen características de más de un grupo. Otras secciones tratan sobre diversos tipos de quimioterapia para explicar en mayor detalle estos procedimientos importantes.

Creemos que esta pagina puede ayudar a comprender mejor en que consiste la quimioterapia neo-adyuvante y adyuvante que utilizamos en la cirugía oncológica del sistema digestivo, y sobre todo pensar que los tumores del aparato digestivo se pueden curar, pero siempre desde un punto de vista multidisciplinar.

Esperamos haberte servido de ayuda y que hayas encontrado toda la informacion que buscabas sobre el tratamiento de quimoterapia, si no es asì y hay algo que necesitas consultar ¡No dides en hacerlo! y ponte en contacto con nosotros

Etiquetas:Oncología

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Dr. Ignacio Javier Calleja Kempin

Jefe del Servicio Médico-Quirúrgico “Madrid”
Hospital San Francisco de Asís
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