El Dr. Javier Calleja Kempin nos habla sobre el reflujo gastroesofágico, así como de sus causas, síntomas y posible tratamiento quirúrgico.

-¿Qué es la enfermedad por reflujo gastroesofágico?

El reflujo gastroesofágico es la enfermedad de esófago benigna más frecuente (y una de las más frecuentes en el mundo) que se caracteriza por “quemazón” epigástrico y retroesternal (“ardor”).

-¿Cómo se produce y cuál es la causa?

Se produce cuando el jugo gástrico ácido asciende al esófago y la causa es un mal funcionamiento del esfínter (válvula) que hay entre el esófago y el estómago.

-¿Cómo se puede tratar?

En las últimas décadas se ha venido tratando satisfactoriamente, desde el punto de vista sintomático mediante antisecretores gástricos (inhibidores de la bomba de protones), sin embargo hay un grupo de pacientes que no responden suficientemente al tratamiento médico intensivo y ha de ser tratado quirúrgicamente.

-¿Cómo hay que estudiar el reflujo gastroesofágico antes de la cirugía?

La cirugía ha demostrado ser un tratamiento eficaz, pero para ello ha de demostrarse que la sintomatología se debe a reflujo gastroesofágico, para lo cual han de realizarse una serie de estudios o pruebas que así lo demuestren.

Las pruebas funcionales son de capital importancia para medir la frecuencia , cantidad y duración de los episodios de reflujo (Peachimetría de 24 horas y manometría esofágica). Es también muy importante visualizar la mucosa esófago-gástrica endoscópicamente para evidenciar posibles complicaciones del reflujo y también la competencia del cardias (esfínter esofágico inferior).

-¿En que consiste la cirugía?

El tratamiento quirúrgico se realiza actualmente por laparoscopia, y en el mismo “no se pone ni se quita nada “ pero si se modifica. Esta modificación se realiza haciendo disección del hiato esofágico para descender el esófago a la cavidad abdominal, liberar el fundus gástrico, cerrar los pilares del hiato diafragmático y finalmente realizar una plicatutura con el fundus gástrico alrededor del esófago (“funduplicatura”), o sea, realizar una nueva válvula.

La recuperación después de la intervención es rápida si se realiza correctamente, es decir, si la funduplicatura no se realiza con tensión, y si no existen complicaciones (hematoma, absceso, etc).

Una revisión sistemática realizada en 2005, concluyó que la cirugía anti-reflujo (funduplicatura) fue muy efectiva en el 90% de los casos a más de 5 años, quedando un 5% como parcialmente efectiva y otro 5% con resultados pobres por diferentes razones razones (*)

(*) Ip S, Bonis P, Tatsioni A, et a. Comparative Effectiveness of Management Strategies for Gastroesophageal Reflux Disease. Evidence Report/Technology Assessment No. 1. (Prepared by Tufts-New England Medical Center. Evidence-based Practice Center under Contract No. 290-02-0022.) Rockville, MD: Agency for Healthcare Research and Quality. December 2005. www.effectivehealthcare.ahrq.gov/reports/final.cfm (Accessed on December 18, 2007).

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Dr. Ignacio Javier Calleja Kempin

Jefe del Servicio Médico-Quirúrgico “Madrid”
Hospital San Francisco de Asís
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